La misma complejidad en uno te caes del aire, en el otro te caes en tierra

Me preguntan siempre, si es difícil poner un restaurante, a lo cual yo respondo:

Tan difícil como volar un avión, podes matar a 300 personas, hacerles pasar un mal momento y también estrellarte vos mismo.

Sinceramente y a pesar de que mi comparación, surge siempre, no tengo idea como se hace para despegar, volar y aterrizar algo tan grande como un avión de línea.

Pero cada día que subo a un avión, observo el tablero de comandos y observo la cantidad de check list que llevan a cabo los pilotos, lo comparo a mi actividad.

Cada mínimo detalle puede llevar a una catástrofe. Puedo servir un plato rico, pero si el aire acondicionado no funciona, los baños no se encontraban higienizados, el mozo no fue lo suficientemente cortes y 140 cosas mas no se dieron en su punto justo, la satisfacción del cliente sera negativa.

Dicho esto, lo más peligroso de este avión llamado restaurante es, al igual que en aire, la negligencia humana.

Sino utilizamos alimentos de calidad, no podremos sacar de esa olla algo mejor de lo que pusimos, si no tenemos manuales de procedimiento, al igual que en el aire, reducir errores humanos inherentes a su condición misma; no lograremos llevar a cabo la gestión positiva de nuestro restaurante.

Justamente y por lo complicado de llevar adelante la tarea de volar un avión, es que la misma se lleva con manuales y procedimientos, de la misma manera que debemos llevar nuestro restaurante.

Aunque parezca apocalíptico o exagerado, la posibilidad de correr riesgos innecesarios en nuestro restaurante, es real y es una constante junto con la hotelería y algunas otras actividades la restauración que permanecen operativas gran cantidad de horas mensuales y anuales.

Es por ello que debemos abundar en controles o procedimientos, manuales, recetas y formas de hacer, correctas.

No obstante, y con todas esas herramientas presentes, una falta de control adecuado llevan a nuestro restaurante a una caída en picada.

Es momento de empezar a profesionalizar nuestro restaurante, con la importancia que la industria aeronáutica cuida a sus aviones.