Gastronómico inteligente, negligente, protestón
Decidí vos de que vereda queres estar
La inteligencia (del latín, intellegentĭa) es la capacidad de pensar, entender, razonar, asimilar, elaborar información y emplear el uso de la lógica.
Simplemente si hacemos todo lo anterior seremos Gastronómicos inteligentes.
Entonces debemos comenzar a pensar y efectuar ejercicios objetivos para realizar la inteligencia Gastronómica.
Trataremos aquí, de hacer la lectura de situaciones para favorecer dicha inteligencia.
Pensar un restaurante es ubicarse de la vereda del consumidor y evaluar sus necesidades para resolverlas. Muchos hasta aquí dirán yo hago eso. Muchas veces pensamos nuestro restaurante desde lo que nos gusta con una visión unilateral y pensando primero desde nuestro ombligo o deseo.
Pensar un restaurante, es escucharlo sin subjetivismos. A veces lecturas parciales, estadísticas parciales, fantasías parciales se escuchan a mis clientes al momento de definir situaciones o resolver caminos. Sería como ir al médico y decirle a él, como tratarnos sin escucharlo. Sería como ir al terapeuta y no escucharlo o no escucharnos.
La sordera subjetiva es una enfermedad que tenemos los gastronómicos, que nos encerramos en nuestro negocio y proyecto sin muchas veces ver la realidad, o haciendo de ella una verdad resultante de la neta subjetividad.
Entender un restaurante, es ver sus movimientos y responder a esos estímulos. Estos movimientos no deben ser espasmódicos, ni copiados estrictamente de otras recetas. Nuestro proceso es único. Muchas veces los clientes vienen y quieren medicar un problema de vuestro restaurante con la misma medicina que cree que a otros les sirve.
Razonar y asimilar cada respuesta de nuestro público a lo largo del tiempo, de las estadísticas y de las encuestas a tus clientes. Encuestas de verdad ,no esos papelitos que dicen te gusto o no te gusto. Cuatro preguntas a tus clientes en el momento justo pueden ser mucho más valioso que razonamientos de asesores externos (incluyéndome). Un ejercicio que hacemos con mi socia, es navegar por la gastronomía y observar las conductas de cada uno de los clientes, dentro de la operación gastronómica para llegar a conclusiones tan simples, como si el packaging debe ser 2 cm mas grande, si debemos dar otro formato al armado de un sándwich, o si generamos frente a la caja un apoya carteras.
La observación es un principio de los antropólogos, entre otros, que me permito transcribir de la siguiente nota: Principios Antropológicos
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