La semana pasada hablaba, sobre que busca un cliente en un restaurante, y ahora leo una nota de Jordi Luque en ElPais “Diez casos en que el cliente no tiene razón“, seguimos hablando de clientes gastronómicos.
En estos años casi como en la nota, he acunado una frase que dice:
El cliente tiene la razón hasta que deja de tenerla
Hacemos restaurantes que son nuestras creaciones, en ellas, creamos, ofrecemos una propuesta.
Esa propuesta debe ser clara, para poder perdurar. Transgredirla solo por darle la razón al cliente es regalar nuestros intereses.
Debemos, respetar al cliente, atraerlo pero nunca prostituirnos.
Los invito a reflexionar y a enseñar y capacitar para crear nuevos y mejores clientes.
Eso nos dará solvencia y permanencia.
A disfrutar de compartir lo nuestro, y aprender que no podemos gustarle a todos.
A mi me llevo 20 años de psicoanálisis.
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