Todos los días pierdo una porción de mi empresa
Limpias carne en tu restaurante, pero los cuchillos de tu cocinero están desafilados, porque compraste cuchillos de mala calidad.
Limpias verdura y la secas con un secador de plástico similar al que usas en tu casa.
Hay una o dos balanzas en toda la empresa; los distintos operadores se la piden prestada.
Hace tiempo que no controlas la planilla de desperdicio.
Te pregunto por la cantidad de merma en tus productos de consumo más importante y no sabes responderlo.
Cada acción tiene una consecuencia, y cada consecuencia en gastronomía tiene un costo.
No conocemos el costo de nuestra acciones. En cada movimiento pierdo un pedacito de mi empresa.
La gastronomía esta compuesta de esos pedacitos.
Hoy es hora de advertir que nuestra competencia esta siendo y trabajando en la eficiencia, y si no asumimos ese rol y esa actitud corremos el riesgo de perder porciones cada vez mayores de nuestra empresa.
Cuando pierdes una porción de tu empresa te debilitas y a 100 mts tu competencia se hace fuerte.
Hay que entrar en competencia propia, estar saludable, eficiente y sano uno, ya que ese camino nos hace perdurar en el tiempo y sobrevivir a los cambios de paradigma y de realidades.
Quizás este articulo te parezca obvio, pero surge de una mirada constante en la gastronomía que desestima estos pequeños pedacitos de empresa que se diluyen día a día.
Debemos empezar a abordar los temas, uno por día y darle solución, conciencia y eficacia. Uno todo los días, hacen 5 a la semana, hacen 20 al mes., termina el mes y repaso.
Hay un día en la vida empresarial, que hay que dejar de dar excusas a uno mismo y al restaurante. Debemos dejar de perder, porque nos volvemos ineficientes. Y atrás como en automovilismo hay alguien queriéndonos pasar.
Este artículo intenta cambiar una actitud de abandono a nuestro trabajo. Digo abandono porque eso que dejas sin hacer, otro no lo hace, eso que dejas sin controlar o hacer controlar otro no lo hace.
Es profesional que tengas tu tablero de comando que te haga ver, pasar y controlar cada rinconcito de tu empresa.
En cada rinconcito de tu empresa hay algo para mejorar, y cuando llegas al rinconcito desde allí podes ver la gran película.
La gran película es la empresa grande, pero teniendo en cuenta a cada actor, a cada toma.
El estado de conciencia gastronómica nos lleva, como la clase de yoga. Ese estado de liviandad porque estamos tranquilos, hace que las porciones de tu empresa estén bien cuidadas.
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